La bicicleta, es vulnerable a sufrir desgaste por el uso, en especial si entrenamos regularmente o a nivel competitivo. Este desgaste se vuelve aún mayor si no se da un mantenimiento preventivo adecuado.
Además del mantenimiento preventivo de taller, cada 2 a 6 meses (dependiendo del nivel de uso), los cuidados en casa son fundamentales para el buen desempeño de la bici.
Tres cuidados clave son:
1. Mantener la bici limpia, para alargar su vida útil y evitar potenciar el desgaste por el uso.
2. Darle atención al sistema de transmisión de la bicicleta, y mantener la cadena limpia y lubricada. Esto aumentará la precisión de los cambios y ayudará a mantener el ritmo que se necesite.
3. Mantener la presión adecuada en las llantas. Cuando la presión de aire es demasiado alta, la bicicleta rebotará continuamente y perderá adherencia en las curvas. Por otro lado, si la presión del aire es demasiado baja es muy probable pincharla y aumentará el rozamiento con el terreno.
¿Qué se debe tomar en cuenta antes de un ride?
Revisar la presión de las llantas.
Inspeccionar las cubiertas en busca de algún objeto incrustado.
Revisar las palancas de los frenos.
Revisar que los cambios estén funcionando adecuadamente.
¿Y si ya toca mantenimiento preventivo?
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